Entre los temas que un mexicano no suele tocar por el peso de la conciencia y el temor a la incertidumbre del futuro, acuñada por nuestras costumbres y creencias es el de la muerte, que aunque tenemos el Día de Muertos a principios de Noviembre, fuera de esto se vuelve un asunto de tabú entre la sociedad. Hablar de la muerte y de lo que pasa después de morir es una cuestión a base de mera creencia pues, nunca nadie sabe a dónde se dirigen las almas o si verdaderamente existe el desprendimiento del alma, son muchas preguntas que se prefieren evitar por la poca certeza de lo que es real o verdadero. Lo que es totalmente cierto y veraz, es la precaución. En el mundo de los vivos continúan los problemas y asuntos sociales. Entonces se vuelve inevitable el tema de la defunción, pues al final del día se convierte en una punto al que todo ser humano llegará, es aún más palpable cuando atravesamos la epidemia mundial, que arrasó consigo múltiples fallecimientos por todo el mundo. El INEGI en 2021 realizó una recopilación de información de los cementerios públicos, debido a la pandemia de COVID-19, y se estimó el incremento de Fosas o Tumbas un 5.1% al cierre de diciembre de 2020 a nivel nacional.
Para alojamientos en Gavetas en criptas familiares y Nichos presentaron un aumento de 4.3% y 10.1%, respectivamente. Con respecto a las inhumaciones, se reportó un aumento del 28.4% en 2020. Por otra parte, con los cadáveres cremados o incinerados, en 2019 se registró un total de 13 831 cremaciones o incineraciones, mientras que en 2020 se reportó un total de 29 187, representando un aumento del 111.0%. Los números nos arrojan cifras impresionantes. Hay que tomar en cuenta que esto se debió principalmente a las defunciones por COVID-19 pero, ante la emergencia nacional, debemos repasar cómo fue el actuar y la resolución del suceso para poder comprender la preferencia para superar el duelo.
Se vuelve una constante interrogante entre los mexicanos, ¿a qué tipo de funeral se inclinan? Esto puede ser una decisión en base a subjetividad o creencias del caso. Sin embargo, podemos notar que la cremación – en cuestiones de estadística – es la opción más elegida a la hora del funeral de un mexicano.
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